El "mortero" zarateño entró en la historia grande de BIFC
En la goleada 6 a 1 frente a Paseo Tablado BIFC llegó a los 200 goles oficiales.
Antes del partido llevábamos convertidos 195, y en la mañana del domingo 9 de diciembre del 2012 comenzó la cuenta regresiva. Abrió la cuenta Coco, después Chipo, al ratito Ariel (el máximo goleador histórico con 47 tantos) y ya llevábamos 198. El gol 199 vino de la mano de otro histórico: el negro Miky.
Estábamos a un tanto de la epopeya. Y la gloria tenía que ser de él, el héroe menos pensado. El legendario y muchas veces despotricado “mortero” zarateño, otra vez llenándose de gloria y meterse en la historia grande de BIFC consiguiendo el gol N° 200.
Y pensar que Kiko casi no juega. Empezó desde el banco porque “estoy re descompuesto, anoche tuve una joda y me acosté como las 4, no doy más”, nos decía antes del partido mientras tomaba un poco de sombra en la puerta del vestuario sin saber que menos de una hora después escribiría otra página gloriosa de su rica historia. Ah, y como si fuera poco también consiguió el N° 201 un ratito después.
Así llegamos a los 200 goles, desde el 1° con aquel cabezazo de Miky frente a Ahí Tené en octubre del 2007 hasta esta exquisita definición de Kiko. En el medio pasaron 198 gritos. Algunos más festejados (como olvidar la noche del gol agónico de Miky frente a los Hunos una noche de febrero del 2009, o aquellos de la hazaña frente a El Templo en junio del 2008) y otros no tanto. Pero cada gol queda en la historia registrado en estas páginas y en la memoria de cada uno de los que formamos parte de BIFC.
Felicitaciones a los 24 nombres que contribuyeron con sus conquistas a llegar a los 200. Salud!... y vamos por más!
La jugada que pudo cambiar la Historia
Partido 4 a 0. Faltaba un gol para llegar a los 200. Chipo toma la pelota absolutamente solo a 2 metros del área y se encamina hacia el arco. Sólo queda el arquero entre él y la gloria. Con un quiebre de cintura (mitad amague, mitad tropezón) lo deja en el camino y se va solo hacia el arco vacío. Nano la pedía sólo por el medio para empujarla, pero Chipo no estaría dispuesto a concederle la gloria del gol N° 200.
Pero sucedió lo increíble. Cuando ya se preparaba para salir a gritarlo inexplicablemente tropieza con la pelota y le sale un tirito que se va afuera. No había consuelo, si hasta después de esa jugada pidió el cambio yéndose de la cancha insultándose a si mismo por la oportunidad perdida.
Lo que Chipo no sabía es que lo que muchas veces el destino está marcado. Esta vez la gloria tenía que ser para Kiko, el “mortero” zarateño.